Tiene el aspecto de típico chaval de barrio -una pequeña trenza en el pelo y un pendiente en la oreja izquierda-, pero las canas no engañan y le catapultan a la categoría de ‘Veterano’, aunque su espíritu también le reste años. Natural, y hecho a sí mismo, Patxi Orofino (Pamplona, 54 años) es un korrikolari ‘pro’ con alma de corredor popular.